Cienfuegos Guajimico
Cargado originalmente por Rey Cuba
La isla sale de un momento de sequía importante, para disfrutarlo basta con acompañar el concierto de colores que hoy se agrupan en los caminos de este gran caimán , en sus ciudades, en los rostros de muchos cubanos y sobre todo en aquellos que se atreven a disfrutar de un aguacero de verano....
Salimos de sequía de pensamientos, de movimiento, de la inercia diaria, para dialogar con el mundo, mostrar nuestros puntos de vista y convencer al vecino, pues esta lluvia reanima, lava los colores opacos y ayuda a comprender mejor a quien piensa diferente.
Siempre creí que grandes razones podrían modificar al mundo y a los habitantes de este pequeño planeta, hoy entiendo un poco mejor la diversidad y las diferencias............. hay tantos caminos por recorrer y en ocasiones nos mostramos reacios siquiera a considerarlos.......
Espero que la quietud y los olores húmedos que nos acompañan luego de estas aguas de verano, hayan renovado un poco la fe que necesitamos para continuar camino.
Una joven nube nació en medio de una gran tempestad en el mar Mediterráneo. Pero casi no tuvo tiempo de crecer allí, pues un fuerte viento empujó a todas las nubes en dirección a África.
ResponderEliminarNo bien llegaron al continente, el clima cambió: un sol generoso brillaba en el cielo y abajo se extendía la arena dorada del desierto del Sahara. El viento siguió empujándolas en dirección a los bosques del sur, ya que en el desierto casi no llueve.
Entretanto la nuestra decidió desgarrarse de sus padres y de sus más viejos amigos para conocer el mundo.
—¿Qué estás haciendo? —protestó el viento—. ¡El desierto es todo igual! ¡Regresa a la formación y vámonos hasta el centro de África, donde existen montañas y árboles deslumbrantes!
Pero la joven nube, rebelde por Naturaleza, no obedeció. Poco a poco fue bajando de altitud hasta conseguir planear en una brisa suave, generosa, cerca de las arenas doradas. Después de pasear mucho, se dio cuenta de que una de las dunas le estaba sonriendo.
Vio que ella también era joven, recién formada por el viento que acababa de pasar. Y al momento se enamoró de su cabellera dorada.
—Buenos días —dijo—. ¿Cómo se vive allá abajo?
ResponderEliminar—Tengo la compañía de las otras dunas, del sol, del viento y de las caravanas que de vez en cuando pasan por aquí. A veces hace mucho calor, pero se puede aguantar. ¿Y cómo se vive allí arriba?
—También existen el viento y el sol, pero la ventaja es que puedo pasear por el cielo y conocer muchas cosas.
—Para mí la vida es corta —dijo la duna—. Cuando el viento vuelva de las selvas, desapareceré.
—¿Y esto te entristece?
—Me da la impresión de que no sirvo para nada.
—Yo también siento lo mismo. En cuanto pase un viento nuevo, iré hacia el sur y me transformaré en lluvia. Mientras tanto, este es mi destino.
La duna vaciló un poco, pero terminó diciendo:
—¿Sabes que aquí en el desierto decimos que la lluvia es el Paraíso?
—No sabía que podía transformarme en algo tan importante —dijo la nube, orgullosa.
—Ya escuché varias leyendas contadas por viejas dunas. Ellas dicen que, después de la lluvia, quedamos cubiertas por hierbas y flores. Pero yo nunca sabré lo que es eso, porque en el desierto es muy difícil que llueva.
Ahora fue la nube la que vaciló. Pero enseguida volvió a abrir su amplia sonrisa:
—Si quieres, puedo cubrirte de lluvia. Aunque acabo de llegar, me he enamorado de ti y me gustaría quedarme aquí para siempre.
—Cuando te vi por primera vez en el cielo también me enamoré —dijo la duna—. Pero si tú transformas tu linda cabellera blanca en lluvia, terminarás muriendo.
—El amor nunca muere —dijo la nube—. Se transforma. Y yo quiero mostrarte el Paraíso.
Y comenzó a acariciar a la duna con pequeñas gotas.
Así permanecieron juntas mucho tiempo hasta que apareció un arco iris.
ResponderEliminarAl día siguiente, la pequeña duna estaba cubierta de flores. Otras nubes que pasaban en dirección a África pensaban que allí estaba la parte del bosque que estaban buscando y soltaban más lluvia. Veinte años después, la duna se había transformado en un oasis, que refrescaba a los viajeros con la sombra de sus árboles.
Todo porque, un día, una nube enamorada no había tenido miedo de dar su vida por amor.
Un cuento de Paulo Coelho: La nube y la duna
ResponderEliminarLuego de leer el blog Vazquez uno de mis hermanos y profesor de la escuela de Arte San Alejandro me comento lo siguiente:
ResponderEliminar"Acabo de hacer un ejercicio de clase, me leí tus textos e intenté imaginar la fotografía"
No se cual será el resultado pero tengo una idea de lo que hoy me gustaría lograr con el blog y la comparto con Uds. ahora.
La fotografía puede ser la excusa perfecta para comenzar a imaginar. Mi idea es entregar entre texto y fotografía dos aspectos diferentes, pero no exclusivos, podrían llamarse opuestos, pero no excluyentes, esa es la idea de este proyecto de blog.
ResponderEliminarResulta que al escribir de esta manera saca parte de lo que quisiera decir, sin lastimar a nadie y tratando de mostrar mi peculiar forma de ver este mundo, desde lo que nos hace individual, tratando de cruzar los bordes donde nos convertimos en universales.
Una idea muy interesante. Tu blog es puro arte, tanto en la imagen como en el verbo.
ResponderEliminar¡También me encanta pasar por acá y leerte!Internet borra las fornteras.